Artículo del Economista Eugenio Rivera aparecido en "La Tercera" (Santiago), el 14 de marzo de 2009.
La crisis financiera internacional continúa sin poder encontrar visos de solución. De manera acelerada, dicha crisis ha ido transformándose en una crisis económica global, cuya magnitud se empieza a acercar a cifras que sólo se conocieron décadas atrás. El PIB en Estados Unidos cayó en el último trimestre del año pasado en 6,2% respecto del mismo trimestre del año anterior y en Alemania un 8,2%. En Chile la producción industrial se desplomó en enero a una tasa anual de 10%. Esta situación ha causado, con razón, una gran preocupación entre los principales países del mundo entre las entidades financieras internacionales. Se anuncia una reunión del G20 en abril, para abordar este problema a fondo. A solicitud de dichas naciones, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha elaborado análisis que servirán de base para la discusión indicada.
¿Qué lecciones saca de la crisis financiera el FMI?
1) El perímetro regulatorio o el alcance de la regulación debe expandirse para incluir todas las actividades que plantean amenazas sobre toda la economía. La regulación debe ser flexible para mantener el paso con la innovación en los mercados financieros y debe concentrarse en actividades y no en instituciones. Concentraciones de riesgos no deben ser permitidas más allá del perímetro regulatorio. Clarificar el mandato para la supervisión de la estabilidad sistémica será un importante primer paso.
2) La disciplina del mercado debe ser fortalecida. Las fallas de las agencias calificadoras de riesgo para determinar los riesgos han sido criticadas…iniciativas para reducir los conflictos de interés y mejorar la los análisis de inversiones están en camino. Otros pasos incluyen menos confianza en los ratings para satisfacer las reglas prudenciales.
3) El carácter procíclico de la regulación y la contabilidad debe ser minimizado. Reguladores deben revisar los mecanismos de compensación para asegurar que no se crean incentivos para tomas de riesgos excesivas.
4) Se requiere una mayor transparencia en la valoración de instrumentos financieros complejos.
5) Los tomadores de decisión deben focalizarse en la estabilidad macrofinanciera y poner mayor atención al aumento del riesgo sistémico.
Se trata naturalmente del inicio de la discusión y mucho de estos temas son discutibles. Lo que está claro, es que la llamada modernización financiera está bajo profunda revisión
En el caso de Chile, los bancos no se han visto mayormente afectados. Ello se explica, fundamentalmente, porque la regulación bancaria no siguió el camino de la liberalización extrema que siguieron otros marcos regulatorios. No obstante, al contrario de lo que pudiera parecer, Chile ha sufrido el embate de la crisis financiera en un sector de gran importancia para nuestra vejez y para el país: el sistema de pensiones. Las pérdidas se ubican en torno a los US$ 30.000 millones de dólares, lo que equivale a cerca del 16% del producto interno bruto.
Al contrario de lo que se hizo en el sector bancario, el país se embarcó en una carrera frenética por liberalizar la colocación de los fondos de pensiones. Se trataba de aprovechar la modernización de los instrumentos financieros para, se decía, “mejorar las pensiones de los chilenos”. Mientras más se liberalizaba el sistema de colocaciones, esto es mientras más riesgosos eran los instrumentos utilizados, las AFP parecían operar de la manera más tecnificada y los mecanismos encargados de su regulación eran aparentemente más sofisticados. Conocidas instituciones y otras no tanto asumían responsabilidades en la protección de los fondos de pensiones. Específicamente, la ley asigna a las entidades que se indica las siguientes funciones en este campo:
Superintendencia de Pensiones: mediante resolución debe establecer el régimen de Inversiones y fiscalizar los mercados primarios y secundarios en lo que se refiere a la participación de los Fondos de Pensiones.
Banco Central: En los marcos de la ley determina máximos de colocaciones en el extranjero por Fondos de una AFP y los límites máximos para la inversión en moneda extranjera sin cobertura cambiaria.
Comisión Clasificadora de Riesgos: Aprueba instrumentos específicos de inversión y rechaza clasificaciones de Clasificadoras de riesgo
Consejo Técnico de Inversiones: Debe entregar informes, propuestas y pronunciamientos respecto de las inversiones de los Fondos para el logro de una adecuada rentabilidad y seguridad para los Fondos.
Ninguna de estas instituciones alertó a la ciudadanía y al país respecto de la amenaza de la crisis financiera cuyos inicios se remontan, más o menos, a 20 meses atrás. Estos organismos permanecieron impertérritos frente al desplome de los fondos de pensiones y lo que resulta más preocupante, es que han pasado varios meses desde que se produjeron las pérdidas más relevantes y no hay nada que se parezca a una revisión seria de las políticas ni tampoco una declaración que señale que se están sacando las lecciones de la crisis.
Contrasta este silencio con lo que está señalando el Fondo Monetario Internacional. Algunos podrán decir, ¿Qué se puede esperar de este viejo Estado o del gobierno de la concertación? El problema, sin embargo, es que las instituciones con mayores cuotas de responsabilidad son aquellas que forman parte de la llamada nueva administración pública, aquella que es independiente del gobierno de turno, aquella que selecciona sus miembros conforme a mecanismos de la alta dirección pública o de naturaleza suprapartidaria. Se trata de entidades sin responsabilidad política y, como nadie les pide cuentas, siguen operando en la actualidad como ¨si nada hubiera pasado¨.
Dirigentes de la oposición, en lugar de llamar la atención respecto de estos errores, han preferido bajarle el perfil al asunto. Es así como, en la sesión especial del Senado del día miércoles 3 de diciembre del 2008, el Senador Orpis hablando en nombre de la Senadora Matthei, señaló textualmente: “Episodios como la crisis asiática, el atentado a las Torres Gemelas, la crisis subprime (todavía la llamaban así, ER) han existido y seguirán existiendo siempre. Los mercados se han recuperado invariablemente y continuarán haciéndolo. Hay que aprender a vivir con el riesgo y tratar de acotarlo cuando puede causar daños irreparables. Pero salir a denunciar que ha habido pérdidas en las AFP cuando todo el mundo las ha sufrido revela un profundo desconocimiento de finanzas públicas”.
El Ministro de Hacienda señaló, por su parte en la misma sesión: “El afiliado promedio del sistema previsional chileno permanecerá en él durante 40 años. Ello significa que las evaluaciones las debemos hacer sobre la base del desempeño que se registre en ese período y no en situaciones puntuales. Si uno mira las rentabilidades obtenidas en horizontes largos, verá que ellas han sido positivas. En segundo término, en Chile ya hicimos una reflexión colectiva de gran calidad respecto de nuestro sistema de pensiones…gracias a ese trabajo colectivo y a ese sólido debate, hoy contamos con una reforma previsional que nos está permitiendo y nos va a permitir optimizar la rentabilidad promedio de los afiliados”.
El tratamiento de los riesgos en que se incurrió al manejar los fondos de pensiones y la falta de acción posterior no se condice con la forma en que las autoridades financieras internacionales están tratando la crisis internacional y los graves problemas del mercado internacional de capitales.
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