viernes, 20 de noviembre de 2015

2015 annus horribilis para la política chilena. MB



 Son tiempos de cambios en la naturaleza y en las sociedades humanas. Es el signo de una época que se pensaba, después del fin de la guerra fría, que sería apacible y serena pero que resultó dinámica, inquieta y conflictiva. (El “fin de la historia” se convirtió en el inicio de una incierta nueva historia cuyo desarrollo ulterior no podemos vislumbrar). Tanto la globalización, como las tecnologías de la información y de las comunicaciones, más el despliegue de la ciencia y de la tecnología en diferentes áreas; el protagonismo de la opinión pública; y la agitación social y política son todos fenómenos que nos cambiaron el mundo que preveíamos en los años finales del Siglo XX. Al revés, en el Siglo XXI asistimos, incluso, a un hecho que la historia de la humanidad creía superado siglos atrás, el recrudecimiento de las guerras de religión. Ahora somos testigos, además, de cómo la naturaleza se ha incorporado a este vendaval de agitación e incertidumbres. Esta inquietud y conflictividad que acontece a nivel global también se ha presentado en América Latina, de manera aguda en algunos países. Y Chile, a su escala y estilo, no ha sido ajeno a ello.
Todo lo anterior ha afectado, como es natural, a la relación de la sociedad y las personas con el Estado y la política. Estas nuevas relaciones se están constituyendo. La gente, la sociedad, demanda al Estado y a sus instituciones que funcionen para que se les brinde certidumbre y soporte eficaz. Más que planteamientos teóricos, quieren hechos reales. Es decir, la gente desea que sus problemas sean resueltos en el momento que lo requiere la naturaleza de los mismos. Es el potente reclamo de los derechos. En Chile, como en otras partes, un movimiento social tradicional, el estudiantil, se ha manifestado con especial fuerza y con notable apoyo popular. Grupos que recién se incorporan a las protestas callejeras, como los homosexuales y lesbianas, han sido persistentes en reivindicar sus aspiraciones. Trabajadores del Estado que solicitan alzas salariales y mejores condiciones laborales, se han hecho presente este año, de manera muy combativa. En verdad se ha producido una inflación en los reclamos de derechos acompañada, por desgracia, con una deflación en la percepción de los deberes ciudadanos (participación electoral, cuidado de los bienes públicos, cumplimiento de las normas legales y reglamentarias), sociales (respeto al otro), laborales (trabajo bien hecho).
Este olvido de los deberes ha involucrado incluso a sectores bien instalados en la sociedad y en la economía. En efecto, parlamentarios y otras figuras políticas destacadas, así como empresarios y ejecutivos de grandes empresas e incluso personajes religiosos, han cometido ilegalidades que los han arrastrado a los tribunales. El impacto en la población ha sido de una gran desazón porque existía la idea errada de que la corrupción no era una práctica que alcanzara a esos niveles. De existir, se creía, era a una escala menor. Por ello nuestra convivencia se ha visto tensionada.
De hecho los acontecimientos que se están viviendo en Chile desde los primeros meses del año 2015 han dejado en claro que el modelo económico y político de estos últimos treinta años ha cumplido lo suyo. Los problemas a los que nos enfrentamos ahora los chilenos son otros. Por ello se ha hecho evidente que para superarlos el país requiere de nuevas herramientas políticas y nuevas estrategias de desarrollo. Varios de los nuevos desafíos son compartidos por los países desarrollados con los países en desarrollo. Tal, por ejemplo, el de las desigualdades de ingreso y de las oportunidades de vida, que en su actual realidad es causa de irritación, no sólo en los sectores vulnerables sino que especialmente en la amplia clase media emergente. Ello porque si bien la economía ha mejorado, lo que más ha aumentado es la riqueza de los ricos. La distribución del ingreso y las oportunidades de vida no se correlacionan con la distribución del talento en los diversos grupos sociales. Y la clase media aspira a un arreglo societal más meritocrático, lo que ha instalado con fuerza en Chile, en América Latina y en los países ricos, dicho tema. Sobre el caso de Chile véase en el blog del autor; Manuel Barrera: Las desigualdades. El caso de Chile
La actual situación le plantea tanto a la administración del Estado como a las empresas privadas la necesidad de un funcionamiento eficaz y eficiente. Aquí surge el tema de la relación entre lo técnico y lo político. También el de la capacitación de los recursos humanos para realizar un buen trabajo. Además, de modo principal, la indispensable probidad de las empresas, públicas y privadas, para cumplir a cabalidad con su rol en la sociedad.
Algunos líderes políticos vislumbraron, con sagacidad, el rumbo que tomaban los acontecimientos, la dirección en que se encaminaba la historia. Llevados por esta primera intuición recogieron en sus discursos y promesas electorales la inquietudes que se estaban generando en la sociedad. Pero esas intuiciones debían complementarse con un “know how” lo que, a veces, no se consideró y otras veces no estaba a disposición en el ámbito en que esos líderes se desenvolvían. No obstante, medios de comunicación escrita, hombres de negocios, empresarios, políticos y profesionales cercanos a ellos promovieron la noción de que el país se encaminaba con éxito hacia el desarrollo. Ello creó la convicción en amplias capas de la población de que el nuestro era un país exitoso.
De ese modo se podrían aplicar a nuestra situación los dichos del escritor israelí Amos Oz:
Se puede morir por una sobredosis de sueños románticos. Son como una droga. En cambio yo soy un hombre prosaico”.
Es lo que sucedió, primero, con el gobierno del Presidente Sebastián Piñera que proclamó que el suyo sería “el mejor gobierno de la historia de Chile”. Además prometió el ocaso de la delincuencia. Ni lo uno ni lo otro ocurrió, tanto es así que el gobierno que le sucedió fue uno de la oposición al suyo y que, por el otro lado, estamos sumidos hoy en una verdadera crisis respecto de la seguridad de las personas y sus bienes, por el auge de la delincuencia.
Lo mismo aconteció con el grupo que diseñó el programa de la Presidente Michele Bachelet para su segundo mandato y que, inexplicablemente, ocupó los principales roles en el primer año de gobierno. Sin la necesaria experiencia política y sin un conocimiento cabal de cada una de ellas, plantearon una batería de reformas. Las principales: reforma tributaria, educacional, del sistema electoral, unión civil tanto de parejas heterosexuales como del mismo sexo, aborto terapéutico por tres causales (riesgo de vida de la madre, inviabilidad fetal y violación), reforma laboral. Además, el inicio de un proceso para una nueva Constitución y no sólo su reforma. Todas ellas, si bien diseñadas, indispensables. Sin embargo, las principales de ellas, como la tributaria, educacional y laboral han tenido serios problemas en su diseño y su aprobación parlamentaria, y en su aceptación en la sociedad. La tributaria agregó dificultades en su aplicación.
Al día de hoy, después de 18 meses de gobierno, ninguna de estas reformas se ha implementado en su integridad. Se han aprobado la reforma tributaria, la del sistema electoral binominal y la unión civil. El proceso constituyente seguirá un largo camino de modo que es incierta la fecha en que se apruebe una nueva Constitución. Una realidad no prevista es que las encuestas de opinión señalaran a la delincuencia como el mayor problema que afronta el país, tema que ni el gobierno ni la coalición de partidos políticos que lo apoyan, la Nueva Mayoría, contemplaban como uno relevante para la acción de gobierno.
El tema de la seguridad/delincuencia ha sido importante para la población desde hace años, acentuado notablemente con la introducción de la droga en las poblaciones suburbanas de Santiago y otras ciudades. El autor de estas líneas lo había detectado, lo que no era muy difícil. Bastaba con conversar con la gente y no vivir en una burbuja. Con ocasión de la campaña presidencial del año 2009 lo hizo explícito. Se disputaban la presidencia Sebastián Piñera y Eduardo Frei Ruiz- Tagle. El primero, que resultó electo, asumió con fuerza este tema; el segundo no presentó ningún programa estructurado al respecto. En ese escenario le escribió, a través de las respectivas páginas WEB, a los dos voceros de su campaña, (ambos conocidos suyos), un actual senador y una actual Ministra de Estado, sobre la necesidad de enmendar tal ausencia, pero no recibió respuesta. También le había escrito sobre esa necesidad al mismo candidato cuando recién había sido designado como tal. Añadiendo la adhesión a su candidatura. Tampoco recibió respuesta ni siquiera acuso de recibo no obstante que los parlamentarios chilenos tienen secretarias y facilidades de correo, así como asesores, a su disposición. Todo pagado por el Estado chileno para que cumplan con las funciones propias de quienes ostentan la representación de la ciudadanía.
La discusión de las reformas
El proceso de discusión de las reformas ha sido traumático. La primera, la tributaria, lo fue porque la propuesta contravenía una norma fundamental: la ley tributaria debe caracterizarse por la sencillez. Aparte, naturalmente, al rechazo que cualquier alza de los impuestos provoca en los sectores más pudientes. Y la propuesta era lo contrario a ello. Después de una larga discusión se convino, no en el parlamento sino en una casa particular, un acuerdo entre los partidos de gobierno con los de la oposición, para aprobarla. Posteriormente hubo que emitir numerosas circulares aclaratorias por parte del organismo especializado, lo que poco ayudó. Se resolvió el problema con una “reforma a la reforma”, tendiente a simplificar la nueva legislación, auque manteniendo sus objetivos iniciales. Una consecuencia política de este embrollo fue el cambio de Ministro de Hacienda, cosa poco frecuente en Chile ya que en este ministerio tiende a permanecer la misma persona durante todo el período presidencial. En tanto que este Ministro, como el del Interior, fueron cambiados a los 14 meses. de ser nombrados. Otra consecuencia de la desastrosa tramitación de las reformas, en el caso de la educacional, fue el cambio del Ministro de Educación, aunque éste no salió del gabinete sino que pasó a otro ministerio.
La emblemática reforma educacional, se ha preparado y discutido en el Parlamento y en la sociedad casi todo el año 2014 y aún continúa el proceso (noviembre del 2015). Con el cambio de Ministro salió un economista y asumió una experta en educación. Aquí el tema es que se comenzó por aspectos más económicos y estructurales de la educación particular subvencionada por el Estado y derivó, luego, al tema de la gratuidad universal de la educación universitaria. En cuanto al objetivo fundamental señalado en la campaña presidencial de mejorar la calidad de la educación no se perciben aún, medidas importantes que conduzcan a ella. El otro gran objetivo de mejorar la educación pública tampoco ha estado presente.
El empresariado, reunido en distintas asociaciones, ha reaccionado en forma ruda y exagerada frente a las propuestas de reformas que el Ejecutivo ha enviado para su discusión al Congreso Nacional. En esto ha hecho causa común con la oposición de la derecha política. Ambos han contado con el apoyo de las dos cadenas principales de la prensa escrita. El argumento más mentado es que las reformas generan incertidumbre en un contexto económico de desaceleración de la tasa de crecimiento y de nula inversión, según argumentan. El Presidente de Asimet, la asociación de los industriales metalúrgicos, declara:
“¿Cómo de un modelo político y económico eficaz (…) pasamos a un modelo de `radicalización fundacional’ que obcecadamente quiere cambiar todo y que nos tiene en una profunda incertidumbre?” La Tercera; 21 de octubre 2015; p.34.
El presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio, (CPC), organización de cúpula del empresariado, se entrevistó con la Presidenta Bachelet. El Sr. Alberto Salas declaró posteriormente:
“Le hemos hecho ver que en el escenario económico actual, que estamos con nula inversión y la tasa de crecimiento es menor a lo que el país puede dar, el planteamiento de una nueva Constitución sin duda genera incertidumbre” La Tercera; 21 de octubre 2015; p.15

El tema de la desconfianza y su impacto en la economía, en franca desaceleración este año, pero con una tasa de crecimiento superior al promedio de la región, ha sido abordado recientemente en un seminario del Centro de Estudios Públicos (CEP), un “think tank” empresarial. Su presidente, el destacado empresario nacional Eliodoro Matte, leyó un discurso ante la Presidenta y cinco de sus ministros donde dijo “En ese escenario de desconfianza en las instituciones, se ha instalado un clima áspero entre los chilenos, que no ayuda a enfrentar los desafíos que tiene el país. Ese clima parece afectarnos a todos”. Después de señalar que “la desconfianza no surge de las reformas per se” que ha propuesto el gobierno, sostiene que las fuentes de ella son: “la poca calidad y urgencia de las reformas; el escaso tiempo que ha habido para deliberar seriamente en torno a ellas” agregando que “nos parece que no ha sido suficientemente meditada la jerarquización de fines, ni tampoco los mejores instrumentos políticos”. Señaló también que el objetivo del seminario era “Escudriñar qué nos pasa”. Su discurso lo tituló el periódico como “La importancia de recuperar confianzas”. El CEP celebraba así sus 35 años de existencia. (El Mercurio; Santiago: 25 de octubre 2015; p. D 9).
La guinda de la torta
A los tres días de publicado este discurso sucedió un hecho inesperado e insólito. El día 28 de octubre se dio a conocer que la Fiscalía Nacional Económica presentó ante el Tribunal de la Libre Competencia un requerimiento contra las empresas CMPC Tissue y SCA por colusión “con el objeto de asignarse cuotas de mercado y fijar los precios de venta” de sus productos de papel higiénico, toallas de papel, servilletas, pañuelos desechables y faciales. Este cartel habría operado por lo menos durante diez años. La información fue provista por las mismas empresas a fin de acogerse al mecanismo legal de la “delación compensada”. CMPC Tissue es parte de uno de los grupos económicos mayores de Chile, cuyo dueño es el Sr. Eliodoro Matte, justamente el Director del CEP que habló de recuperar las confianzas, en el discurso aludido. Golpe directo a la libre competencia, corazón de la economía de mercado. Es la guinda de la torta. Los tres principales grupos económicos del país, Matte, Luksic y Angelini, están envueltos en escándalos que, entre otros, han devaluado la percepción de los ciudadanos sobre la empresa privada, en especial, la gran empresa.
En efecto, una encuesta realizada la primera semana de noviembre, por la Universidad Adolfo Ibáñez (nombre en recuerdo de un gran empresario de la región de Valparaíso) indica “que 89% de los consultados siente que los abusos contra el consumidor son prácticas habituales de las empresas” El Mercurio; 7 de noviembre de 2015; p. B 5.
El empresariado nacional no acepta las reformas así estuviesen muy bien formuladas. Tampoco la derecha y los medios de comunicación afines a ambos. Están muy bien provistos por el statu quo, no quieren modificaciones. Sin embargo, las reformas propuestas por el gobierno son indispensables para un desarrollo democrático, más justo e inclusivo. La lógica de la evolución de la ciencia, de la tecnología, de la organización y funcionamiento de la sociedad solicitan una permanente reforma política, económica, jurídica. Nada es más ajeno a tal lógica que el inmovilismo. Hasta la naturaleza demanda el cambio en la conducta de los humanos. Pero la derecha y el empresariado (la gran empresa, no la mediana ni la pequeña) procura atemorizar a toda la sociedad cada vez que se propone un cambio.
Incertidumbre empresarial, sentimiento de desconfianza en el seno de la sociedad, desprestigio de las instituciones políticas, desaceleración de la economía, corruptelas de las grandes empresas, desastres naturales, sentimiento de desamparo frente a la delincuencia. ¿Podríamos tener un acervo más negativo? Difícilmente. Los astros se han alineado por el lado oscuro de la luna.
Lo anterior, más el conocimiento de acciones de corrupción en el orden del financiamiento de las campañas políticas cometidas por importantes empresas y destacados políticos ha producido una severa crisis de credibilidad respecto del sistema político y de la gran empresa, crisis que está plenamente vigente. Todo lo cual ha surgido a partir del descubrimiento de escandalosos artilugios que grandes empresarios y políticos realizaban para financiar campañas electorales de modo ilegal. Evasión de impuestos, facturación de pagos por trabajos no realizados, donaciones fuera del marco legal, obtención de créditos bancarios utilizando influencias políticas. Una curiosidad es que un holding empresarial hacía donaciones a políticos de partidos de derecha, centro e izquierda. Sus peticionarios pertenecían a todo el arco iris, nadie hacía asco de aquello. Lo peor es que el capitalista controlador era yerno de Pinochet cuando comenzó sus negocios y políticos de izquierda estaban entre los solicitantes y, eventualmente, entre los favorecidos. Este maridaje de grandes empresas y políticos ha significado, entre otras cosas, la pérdida de cierto aura de virginidad que tenía Chile en este continente tan plagado de escándalos de corrupción. El desfile por tribunales de justicia de políticos y altos empresarios, incluyendo la cárcel en algunos casos, no es un paisaje frecuente en el país. Además, se llevan a cabo investigaciones judiciales acerca de “tráfico de influencias” por parte del hijo y la nuera de la Presidenta de la República en relación a negocios inmobiliarios de alto rendimiento financiero. Ello ha afectado, por desgracia, gravemente el prestigio político y el ánimo de la Presidenta. Asumir esta realidad ha sido indigesto para la opinión pública. Por ello, como se verá enseguida, ha castigado a todo el arco político con mayoritaria desaprobación.
Algunas cifras que demuestran este aserto. Informaciones tomadas de la encuesta de opinión de los meses de Agosto y Septiembre de 2015, de la empresa especializada Adimark. Esta empresa pertenece al Grupo CfK, de origen alemán, que tiene presencia en más de 100 países.
Con las obvias adaptaciones la pregunta que tuvieron que responder los encuestados: “Independiente de su posición política. ¿Usted aprueba o desaprueba como la/el……..está desarrollando su labor?” Meses de Agosto y Septiembre, 2015.
1.- Presidenta. Aprobación 24 y 25% ; desaprobación 72 y 70%. Empezó su gobierno con una aprobación del 54%, en marzo de 2014.
2.- Gobierno en general, distinto que Presidenta. Aprobación 18 y 21%; desaprobación 79 y 75%.
3.- Nueva Mayoría (coalición gubernamental). Aprobación 16 y 17%. En marzo de 2014 logró un 52%. Desaprobación 74 y 74%.
4.- Alianza (coalición opositora). Aprobación 15 y 18%. En marzo de 2014 alcanzó un 48%. Desaprobación 75 y 73%.
5.- Senado de la República. Aprobación 14 y 13%; desaprobación 80 y 80%.
6.- Cámara de diputados. Aprobación 12 y 11%; desaprobación 83 y 83%.
La bien reputada encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), de agosto 2015, preguntó por la confianza que le merecen a los encuestados diferentes instituciones. Los partidos políticos recibieron el peor resultado. ¿Cuánta confianza tiene usted en los partidos políticos? La alternativa que agrupó “mucha confianza más bastante confianza” obtuvo un porcentaje de 3%.
Con razón este año lo describe el ex Ministro y ex senador Carlos Ominami, en una columna periodística de este modo:
“El Año 2015 quedará marcado como annus horribilis de la política” La Tercera; Santiago: 2 de octubre 2015; p. 6.
La confianza de los ciudadanos en las instituciones y actores del sistema político y del económico ha llegado a niveles históricos mínimos. Tanto la desafección política como las catástrofes de la naturaleza han traído desazón en la población y afectado su ánimo. La crisis de credibilidad, en especial, ha impactado especialmente a la subjetividad del hombre/mujer común. La desconfianza se ha instalado en gran parte de los chilenos. La desconfianza es un sentimiento cercano del miedo, ambos empobrecen el tejido social de la comunidad. El nivel alcanzado constituye un proceso que aumenta el estado de ansiedad, incertidumbre y malestar, muy presentes en esta etapa que vive, hoy por hoy, no sólo nuestro país sino gran parte de la humanidad. Es interesante lo expresado por el Ministro de Energía Máximo Pacheco, ex directivo empresarial de una empresa transnacional, aludiendo al estado de ánimo de empresarios chilenos. Dijo:
“A veces nos sumimos en un negativismo y una melancolía que nos hacen mucho daño” Y parafraseando a Sigmund Freud: “quién nace melancólico extrae tristeza de cualquier acontecimiento”. El Mercurio; Santiago: 3 de octubre 2015, p. C 2.
Como se sabe la melancolía, como patología psicológica, alude a una tristeza vaga, permanente y profunda, que puede haber nacido por causa física o moral, que hace que el sujeto que la padece no se encuentre a gusto ni disfrute de la vida. Instalado este estado a nivel grupal paraliza la iniciativa, la capacidad de emprender y, por tanto, la decisión de invertir, si el grupo es el empresariado. Si es así se instala un problema que la autoridad debe tratar de revertir y es eso lo que está procurando hacer actualmente.
Un psicoanalista ha argumentado, desde su disciplina, acerca del estado de ánimo del mundo político y de la opinión pública chilena. El periodista Francisco Aravena entrevistó al Dr. Ricardo Capponi para la Revista Qué Pasa. El artículo se titula “La política del narcisismo”; Santiago: 14 de Agosto, 2015; pp. 28-31.
El periodista Aravena escribe:
“El psicoanalista Ricardo Capponi plantea que el actual clima social está marcado por una sensación de confianza traicionada entre la gente y el gobierno, causada en gran parte por la "idealización desmedida" con la que la presidenta Bachelet y la Nueva Mayoría llegaron al poder, y el efecto que esta expectativa tuvo en su liderazgo”.
El psicoanalista afirma a propósito del título del artículo:
“Mas bien creo que el poder genera condiciones y climas que hacen que uno quede proclive a que los rasgos narcisistas se expandan”
Mas adelante agrega:
“Ese es el gran problema de instalar un liderazgo desde la idealización. La idealización en la mente siempre alberga un problema: que es frágil, y que cuando se viene abajo, el fenómeno siguiente es la devaluación..…. Desde esta idealización de la mandataria, con este proyecto refundacional, estaban las condiciones dadas para que al producirse cualquier problema se desencadenara la devaluación”
El cuerpo del artículo analiza esta aseveración, desde el punto de vista de su especialidad.
Las causas objetivas en Chile, detrás de estos sentimientos, no son nuevas. Se vienen gestando desde tiempo atrás en nuestra historia reciente: muchas tienen que ver con el tipo de transición que tuvimos de la dictadura a la democracia. Una transición concertada con el dictador, ambigua, prolongada en el tiempo. Nuestra democracia se construyó con las normas constitucionales heredadas del régimen militar, aún vigentes en gran parte. Con los sectores y personas participantes en el poder dictatorial que conservaron el poder económico y gran parte del poder político. Con la misma ley laboral, el mismo régimen previsional, de salud, de educación. Incluso respecto de los medios de comunicación escritos se constata que los sectores opositores al régimen militar disminuyeron su incidencia en relación a la que tuvieron durante los años de dictadura. Además, la mayoría de los exonerados de las instituciones del Estado, como las universidades, siguieron fuera de ellas. Los que se incorporaron fueron, en lo substancial, los militantes destacados de los partidos. El poder político ha sido monopolizado por los partidos políticos de todas las tendencias. Cuando el Senado debe decidir nombramientos en instituciones del Estado suele producirse un cuoteo político entre gobierno y oposición, cualquiera sea la naturaleza y calidad de esas instituciones. Al interior del Ejecutivo ha habido, a veces, un reparto de posiciones de poder entre las tendencias que conviven al interior de los partidos. Algunos de ellos están constituido por neo-tribus, es decir, tribus urbanas, grupos de amistad que surgen de determinadas familias, de colegios particulares de la élite, “trenzas” formadas por leales entre sí, que se auto promueven rebasando, a veces, el marco nacional y proyectándose incluso a las organizaciones internacionales. Este es un rasgo claramente contrario a los valores de la modernidad, propio de las sociedades tradicionales. El autor ha escrito sobre tal fenómeno al que poco se alude. Sin embargo, el día 17 de septiembre de este año 2015 apareció una carta en El Mercurio, página A 2, en la que una destacada profesional se refiere con lucidez a este fenómeno.
“Señor Director:
He vivido la mitad de mi vida afuera de Chile. Volví a quedarme definitivamente hace apenas veinte años. Como “extranjera” observo la existencia de redes muy cerradas en las que la gente nace, vive y se desarrolla. Hay poca comunicación entre las distintas redes, y desde luego, menos información de cómo funcionan.
Lo que vemos hoy en la política, más allá de lo ilegal y lo inmoral que se pueda comprobar, es la evidencia de la existencia de esas redes que han desarrollado mecanismos de supervivencia muy fuertes. Hábitos, costumbres, aceptación de prácticas que “bypasean” o están al borde de lo legal..……
La trama de interacción en estas redes produce familias interconectadas que se transforman en un gran conjunto de familias en la política y la economía. Es un síntoma de nuestra desconfianza. Antiguamente, era solo la derecha terrateniente, luego llegaron los partidos populares y la izquierda. La única diferencia con lo que sucedía antes, es que ahora la izquierda es también parte de ese establishment que funciona en otra red.
Los partidos no son otra cosa que subredes. Es así como todos tienen algo que ver con otros de la misma red. La novedad se produce cuando alguien cruza la calle y toma contacto con un miembro de una red no conectada históricamente.
Esta crisis nos ha puesto a la sociedad chilena frente a la ventana, entregando evidencia difícil de recoger para las ciencias sociales, y que es la trama de funcionamiento de las redes de poder.……
Por lo mismo, creo que estamos al inicio de la transformación de la sociedad, de una tradicional que funciona con redes, a una abierta donde las cosas no se hacen por costumbres, sino por reglas, y donde las personas logran avanzar en la vida no por la protección que puedan tener de su red, sino por mérito. Bienvenido sea, pero qué duda cabe que nos tomará al menos una generación.
.……………………………………………………………………………………………….
Marta Lagos”
Marta Lagos Cruz-Coke es directora de Latinobarómetro, una encuesta anual de opinión pública que se realiza desde 1995 en Latinoamérica.
Recientemente se ha publicado un libro que, medio en serio y medio en broma, nos ilustra de los hábitos, las costumbres, preferencias comerciales, sitios de veraneo (Reñaca y Rocas de Santo Domingo), barrios en que viven, colegios de los niños y universidades de los jóvenes; parroquias a las que asisten, incluyendo curas que ofician bautizos, casamientos, primera comunión; vocabulario que usan los incluidos y vocabulario que no usan ellos, la endogamia, hospitales y clínicas a las que concurren; etc. de los que pertenecen a la clase alta más tradicional. Dicho grupo excluye a los new rich. Esa red prescribe detalladamente todo el accionar de los que pertenecen a ella, a los que la autora llama “los cuicos”. Véase; Josefina Reutter P.; Cuicoterapia; Santiago: Editorial Planeta Chilena S. A.; 2015.
En la Introducción la autora escribe:
“Ser cuico significa estar dentro de una matriz de códigos, pero, sobretodo, ser parte de una red muy sólida donde finalmente todos están conectados de alguna manera, donde las cosas se trasmiten de “boca en boca” (datos), donde la gente se ubica según su colegio y/o universidad y/o su lugar de veraneo y/o su apellido y/o la gente en común que tengan. Para los cuicos, lo primero es “ubicar” a una persona, “posicionarla” en su red. Después de eso, todo fluye y funciona fácil.” Ibid.; p.14.
Esta información alude a una red amplia, en la cual probablemente tienen cabida varias subredes. Una de ellas, que la autora incluye en su descripción, es la “redset” (grupo rojo), también conocida como la “izquierda caviar”(del francés “gauche caviar”) o “whiskierda”, dice la autora. Adelanta consideraciones sobre costumbres, lugares donde viven, localidades en que poseen lugares de veraneo (como Tongoy, Bahía Inglesa y, más recientemente, Tunquén, “que es como el paraíso del redset” ), lecturas que prefieren, autores que siguen, colegios a los que van sus hijos. Entre otras cosas dice “la vida del redset es muy european style” (Ibid; pp. 133- 134) ya que sus integrantes conocen muy bien Europa, sea por que estuvieron exiliados o porque realizaron estudios de doctorado.
Una subred muy importante que se incorporó a la izquierda a partir de fines de los sesentas es la de los sectores católicos que se desprendieron del Partido Demócrata Cristiano, de centro. (Partido que había sido formado por grupos desprendidos del antiguo Partido Conservador, de derecha tradicional). Esos sectores formaron dos grupos políticos. Uno fundó el Partido Mapu, el otro el Partido Izquierda Cristiana. Más tarde los más destacados políticos de ambos grupos migraron sea al Partido Socialista o, luego los menos, al Partido por la Democracia (PPD). Esos militantes destacados lo siguieron siendo, y aún lo son, destacados también en estos otros partidos de la izquierda chilena. Muchos de ellos estudiaron en el Colegio Saint George; en Santiago y, luego, en la Universidad Católica de la misma ciudad. Otros, menos conspicuos, en el Colegio de los Padres Franceses de Valparaíso y, luego, en la Universidad Católica de esa ciudad. El conjunto forma una poderosa red de gran influencia en el Estado y en la política, si se mide por los altos cargos que han ocupado en las últimas décadas. Algunos de ellos, muy conspicuos fueron, de jóvenes, ultra izquierdistas y revolucionarios para reconvertirse, en la actualidad, en exitosos empresarios.
Una prueba de lo perdurable que son estas redes, “trenzas” o neo tribus es que algunos prohombres que han estado durante los gobiernos de la Concertación, y ahora de la Nueva Mayoría, en altas posiciones en el aparato del Estado o de las empresas en las que tiene representación, es que ya ocupaban, de jóvenes, altas posiciones durante los gobiernos de Frei Montalva (1964-1970) y/o de Salvador Allende (1970-1973).
También, como hemos dicho, la distribución del ingreso causa irritación, no sólo en los sectores más vulnerables sino también en la amplia clase media emergente.
Por su parte las ciudades son centros de desigualdad, lo que es insostenible para una sociedad urbana civilizada. Así se facilita el aumento de la delincuencia, lo que ha agregado mayor ansiedad en una población cada vez más expuesta a los robos y otros actos de violencia. Frente a la delincuencia en muchas poblaciones de la capital y en ciudades provinciales la gente tiene la sensación que el Estado los ha abandonado a su suerte. Que su defensa de la delincuencia corre por su propia iniciativa. De hecho pareciera que amplios sectores políticos, y la izquierda muy en especial, no percibieran el drama del ciudadano común que debe organizar su vida considerando como una de sus prioridades, la defensa personal y familiar frente a la delincuencia tanto de sus bienes como, incluso, de sus vidas. Sólo cuando las encuestas de opinión pública han señalado, durante este año de 2015, como su principal preocupación la de la delincuencia estos dirigentes han tomado nota, tardíamente, de la envergadura del problema. En eso se manifiesta un rezago de las preocupaciones políticas respecto de los problemas de la población. Lo mismo sucede con la salud, la educación, la previsión, los ingresos de la mayoría. ¿Este rezago es porque la clase política vive en una burbuja con altos salarios, más beneficios que no se justifican, algunos de ellos auto asignados? Lo peor es que, en ocasiones sucede, los privilegios “chorrean” hacia sus parientes o amigos cercanos.
Las causas objetivas de la desafección política no son nuevas. Lo que es nuevo es que recientemente se ha manifestado con fuerza un cambio en la subjetividad de gran parte de la población. De repente las carencias, frustraciones y dificultades de la comunidad y las personas han quedado al descubierto. En la misma medida en que ha quedado al descubierto la vinculación espuria del poder político con el poder económico.
La historia del país desde 1970 adelante ha sido tan pletórica de circunstancias políticas, económicas y sociales profundas y diversas en su sello ideológico, que es casi imposible que dejara intacto tanto el sistema de valores que orientaba la existencia de la sociedad como la orientación misma de las personas. Tanto en su acción exterior como en su subjetividad.
Cuando ocurren episodios que afectan la subjetividad de las personas se está en presencia de un fenómeno que no puede enfrentarse con las herramientas que tradicionalmente usan los gobiernos para resolver problemas objetivos, situados en el mundo de lo real. Por ello, si los agentes públicos y privados- gobierno, parlamento, judicatura, partidos políticos, movimientos sociales, organizaciones sindicales y gremiales (de empresarios) no dan respuesta a estos problemas, aumenta el temor al futuro. Las instituciones pierden su pasada legitimidad por esa falta de eficacia. El asunto substancial es qué respuestas dar y cómo darlas.
En este proceso de desinstitucionalización sólo tres actores, en el mundo globalizado de hoy, tienen el poder suficiente para crecer de modo independiente y acelerado: el capital transnacional; el sistema de ciencia/tecnología y la opinión pública. Nunca antes los más ricos habían sido tan ricos; nunca antes los descubrimientos científicos y las creaciones tecnológicas habían sido tan numerosas y nunca antes la opinión pública se había manifestado de un modo tan rápido y con tanta influencia como ahora. Estamos, en estos respectos, en un cambio de época.
Por lo anterior es posible constatar que en las democracias occidentales existe una creciente capacidad de la opinión pública para erigirse en la institución universal dominante. De ahí la importancia de ganar la batalla de las ideas, de los sentimientos, de las expectativas de futuro en la opinión pública que en tiempos de escepticismo político puede inclinarse hacia sectores no democráticos. El populismo es un peligro real, como la prueba la experiencia europea y también la nuestra, en América Latina. El populismo se denomina de izquierda o de derecha. En ambos casos suele significar un retroceso económico y político. La democracia es una víctima principal.
La opinión pública se está constituyendo, en una primera instancia, en un contrapoder versus las oligarquías económicas, políticas, mediáticas, culturales y sociales. En el pasado fueron los sindicatos, la clase obrera, los pobladores los emblemas de esa oposición. Actualmente lo es la ciudadanía, el pueblo, la gente en su conjunto. Se refuerzan estas tendencias con una sociedad civil organizada y actuante.
Así se empieza a limitar el margen de acción de los poderes oligárquicos. Es decir, el poder del dinero y el consiguiente abuso de las grandes empresas, el control mediático, la desigualdad en la distribución del ingreso, la corrupción de los poderosos, etc. todo ello tiende a cuestionarse por un opinión pública informada y deliberante. Por otro lado, hay que tener presente que el poder de esta opinión pública se constituye cuando tiene a su disposición la posibilidad de una comunicación instantánea en que “todos se comunican con todos” y que, por tanto, es una opinión que se comporta como masa. Ello implica que sus reacciones puedan ser más emocionales que reflexivas. Los mensajes que recibe no conllevan la real complejidad de los problemas y las dificultades para sus soluciones.
Es el momento de recordar que la palabra “crisis”, del griego “krisis” y ésta del verbo “krinein”, significa “separar” y “decidir”. Designa el momento de tomar decisiones. Quizás ha llegado el momento, en Chile, de instalar las bases para la vigencia de una democracia más participativa. De modo que los ciudadanos, los auténticos titulares del poder, tengan la posibilidad de incidir en las grandes decisiones. En la situación del país la toma de decisiones tiene un sentido de urgencia. En el mundo actual la rapidez, promovida por el desarrollo tecnológico, se ha constituido en una variable fundamental en una variedad de ámbitos, incluyendo los sociales y políticos. En Chile el cambio tanto de la realidad política como de la social es evidente. Y está pidiendo a gritos un nuevo paradigma para la vinculación de los individuos con la sociedad. Uno clave es, sin duda, la participación democrática.
¿Cuáles son las nuevas herramientas políticas y las nuevas estrategias de desarrollo, para enfrentar estos desafíos? Esta es una ardua tarea que el conjunto social debe resolver, orientado por un adecuado liderazgo.
Este año de 2015 ha sido, además, denso en catástrofes naturales:
a. Calores desorbitados en Santiago y la zona central del Chile. Se han batido varios récords de altas temperaturas para meses de verano y otoño, desde que en el S. XIX se empezó a registrar los datos.
b. Alarmante sequía en varias zonas. Lo más inesperado es la prolongada inusitada sequía en el sur, zona de permanentes lluvias. En Santiago no ha llovido durante el mes de junio, lo que nunca había ocurrido desde que se llevan registros. En el mes de Julio, pleno invierno, llovió en Santiago sólo pocas horas por una sola ocasión. De modo que se llegó al mes de Agosto con el mayor déficit de lluvias en muchos años. Surge la pregunta si la zona central del país ha iniciado el proceso de desertificación que viene avanzando desde el llamado Norte Chico desde hace ya varios años. El sector norte de la región de Valparaíso, las localidades de Petorca, La Ligua, incluso Putaendo, son las avanzadas de este proceso.
c. Grandes incendios en el centro del país y también en el sur. En especial en Valparaíso y la Araucanía.
d. Aluvión en Atacama. La avalancha deja muertos, desaparecidos, pérdidas materiales, familias sin casas.
e. Erupción del volcán Calbuco, en la zona sur. Columna de material de 12 kilómetros de altitud. Evacuación de los pueblos cercanos al volcán de personas y animales. Lluvia de cenizas, piedrecillas y otro material volcánico que cubre prados, caminos y techos de casas. Algunas se desploman y otras reciben ese material en su interior. Personas y animales evacuados.
Incluso ciudades argentinas cercanas sufren grandes daños, incluyendo la muy hermosa y visitada ciudad de Bariloche, famosa por sus lagos, centros de ski y el rico chocolate.
f. Las desgracias de este año parecen no terminar nunca, por lo que su enumeración se alarga. Al anochecer del 17 de septiembre faltando cinco minutos para las ocho empezó a moverse el departamento de un modo sorprendente. Mucho ruido, estremecimientos fuertes, luego más tenues, para empezar de nuevo en forma más potente y así una y otra vez, en una movimiento dirigido, al parecer, por una voluntad diabólica. El terremoto parecía no terminar nunca. El autor, que estaba solitario en su departamento, muy afligido, atinaba solamente a protegerse bajo el dintel de la puerta del escritorio sin atreverse a avanzar tres metros hacia la puerta de entrada/salida del departamento para bajar al primer piso por la escala, tan pronto como fuera posible. Entretanto solicitaba a no se sabe quién exactamente, que terminara el infame movimiento y el ruido de lámparas, puertas, ventanas, vigas y otros que le atormentaban. Todo se resumía en una sensación de miedo e impotencia. Es que todo crujía y el vaivén de la tierra parecía que no terminaba nunca. Su duración se calculó en unos 200 segundos.
Sin embargo, Santiago no fue el epicentro, sino un poblado de la provincia de Coquimbo llamado Canela, a 240 kilómetros aproximadamente de Santiago. Terremoto grado 8.4 escala de Richter, cuyo máximo es el grado 10. Se reportó la muerte de 15 personas y de 27. 722 damnificadas. También de 2.305 viviendas destruidas. Los mayores destrozos, para la actividad económica, fueron provocados por el maremoto que le siguió, especialmente en las caletas pesqueras del pintoresco pueblo de Tongoy y en la ciudad de Coquimbo. Los evacuados en toda la costa se calculó en un millón de personas.
Desde entonces se han sucedido innumerables “réplicas”. La noche del 10 de noviembre acontecieron dos, muy cerca de las 24 horas, de 6,9 y 6,8 grados Richter. ¡No hay tutía!
g.- La primavera actual ha venido con fríos mayores a los normales. En todo el país ha llovido en primavera, lo que no aconteció en invierno.
Lo peor, sin embargo, han sido las lluvias en regiones donde habitualmente llueve poco, ni siquiera en invierno, la estación de las lluvias. Las zonas más afectadas han sido las mismas que lo fueron con los aluviones y el terremoto.
hh.- h.- Sin duda el acontecimiento que mayor regocijo provocó en el país fue el triunfo de Chile en la Copa América del football. Por primera vez en la historia de este deporte Chile fue, en 2015, campeón. Sin embargo, el 19 de noviembre el país tuvo un amargo despertar. El Presidente de la entidad que dirige el football profesional del país había volado a Miami donde fue recibido por el FBI. El hombre viajó a declarar ante el juicio que se lleva en Nueva York por los escándalos al nivel mundial de la FIFA, con sede en Suiza, órgano supremo de este deporte en el mundo: sobornos, cuentas bancarias en paraísos fiscales, dineros mal habidos, etc. Nuestro hombre hubo de renunciar a su presidencia en Chile. Los otros directivos de la entidad chilena se declaran engañados. Ahora el dicho más popular acá es "nadie confía en nadie"
En verdad el 2015 annus horribilis no lo ha sido sólo para la política chilena sino que para todo el país.
Algunos temas a dilucidar que surgen de la situación actual del país son:
1.- Temas de probidad y reforma de los partidos políticos, y de los vínculos de las empresas con el financiamiento de la política. La necesidad de hacer un seguimiento a las recomendaciones de la comisión creada por la Presidenta Bachelet en febrero del 2015, denominada "Comisión Asesora Presidencial contra los Conflictos de Interés, el Tráfico de Influencias y la Corrupción". El Presidente de la Comisión Eduardo Engel entregó el informe de la Comisión en abril de 2015. Sin embargo, a fines de octubre del mismo año, aún no se aprueban sustantivas propuestas sobre partidos políticos en el Parlamento. Se ha instalado una cierta desconfianza acerca de que los parlamentarios las aprueben en su auténtico contenido. Tanto es así que Eduardo Engel, a través de la ONG “Espacio Público”, ha anunciado la creación de un observatorio para hacer un seguimiento de las propuestas de la Comisión que presidió, en su trámite legislativo. El diario La Tercera en su editorial del día 31 de octubre 2015 escribe:
“Diputados de todos los sectores de la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados han manifestado resistencia y rechazado normas propuestas por el Ejecutivo en la agenda de transparencia para establecer controles a los partidos políticos”.
Peligrosa actitud dado el enorme desprestigio que ante la opinión pública del país tienen estas organizaciones. Dado que ellas son indispensables en todo sistema democrático, su correcto funcionamiento es un asunto de suyo prioritario. Más aún en Chile en que monopolizan los altos cargos del Estado.
Existe consenso en el país acerca de la necesidad de implementar las recomendaciones de la Comisión mencionada. Es un punto prioritario, especialmente para el objetivo de recuperar la confianza de la ciudadanía.
2.- ¿Cómo conciliar una visión del desarrollo del país de mediano o largo plazos con la necesidad de solucionar los problemas urgentes de la población? Alguien ha propuesto bajar las emisiones contaminantes en un determinado porcentaje en Chile al año 2050; pero hoy día niños y adultos mayores enferman y mueren por un ambiente contaminado.
Por otro lado, en nuestro país las catástrofes naturales como terremotos y maremotos, erupción volcánicas y otras, son frecuentes y ellas ocurren de un modo imprevisto. Además, los cambios tecnológicos, científicos y sociales son cada vez más numerosos y de más rápida ocurrencia. Ello conlleva la obligación de atender estas emergencias y los nuevos desafíos. Además los gobiernos deben ocuparse de las necesidades permanentes de la población. Algunas de ellas acarrean un obstinado déficit de atención.
No obstante las visiones de mediano y largo plazos son necesarias para fijar perspectivas que orienten el desarrollo y provean a los ciudadanos objetivos y aspiraciones de tipo nacional que trasciendan lo cotidiano. Es indispensable conciliar ambas perspectivas.
Quizás una mayor vinculación entre los políticos y los investigadores científicos, entre política y academia facilite esa conciliación. Dicho contacto es válido tanto para lo habitual como para las perspectivas de futuro.
3.- La necesidad de optimizar la acción política con el necesario “expertise” para encarar los cambios en la políticas públicas. La dificultad emana de la distancia que existe entre los que toman las decisiones políticas y los profesionales, científicos y técnicos que poseen el conocimiento. Un ejemplo de esta incongruencia es la reforma educacional discutida en nuestro país desde el año 2014. Reforma liderada, en su calidad de Ministro de Educación, por un destacado economista que, obviamente, poco conocía de los temas educacionales. El punto es que el campo de reclutamiento de las autoridades gubernamentales, de los ejecutivos de las empresas públicas, de los miembros de los Consejos de empresas en que el Estado tiene representación está constituido por los partidos políticos de la coalición de gobierno. De modo que la calidad y la idoneidad de los cientos de autoridades cuyos nombramientos realizan los gobiernos depende de la calidad y idoneidad de los militantes de esos partidos. Es la partitocracia. Habitualmente este término se usa para caracterizar aquella forma de Estado en que las oligarquías partidistas asumen la soberanía efectiva. Es así como desde 1990 adelante hemos asistido a la ocupación de altos cargos dentro de una acotada nómina de militantes políticos. Con el alto desprestigio de los partidos es difícil que los mejores profesionales, técnicos y científicos, se interesen por incorporarse a ellos.
4.- La reivindicación política y social habitualmente pone el acento sólo en los derechos de los ciudadanos. Es así como actualmente asistimos a una inflación de la reivindicación de derechos y una deflación en cuanto a los deberes. Ello se facilita por la tendencia al populismo y la demagogia prontas a surgir en épocas de crisis. Un ejemplo de esta situación es la práctica de los bonos millonarios para todos los trabajadores en conflicto que desde hace pocos años se empezó a utilizar. Con esos bonos se finalizan las negociaciones colectivas en las grandes empresas públicas y privadas sin que sus poderosos sindicatos (que sí existen en Chile) usen el recurso de la huelga. Ahora con el precio del cobre a la baja y la desaceleración económica dicha práctica introduce una potencial situación conflictiva, en especial en las empresas públicas. La introducción de esquemas para aumentar la productividad de la mano de obra es más difícil. Es un déficit nacional.
5.- Chile ha tenido éxito en avanzar hacia una alta cobertura educacional en los distintos tramos etarios. Todo indica que la Reforma Educacional que se necesita ahora es una radical mejora de la calidad. Si se quiere vincular esta reforma con el ideal de disminuir las desigualdades sociales y ofrecer mejores oportunidades de vida para los sectores sociales bajos y medios deberá ponerse énfasis en elevar la calidad de la educación pública desde los niveles infantiles hasta los universitarios. Eso haría de nuestra sociedad una más justa, más inclusiva y más democrática. Nuestra élite política y empresarial, de izquierda, de centro y de derecha, con pocas excepciones, se ha educado muy mayoritariamente en los establecimientos educacionales privados, muy caros. Esta tendencia lejos de disminuir en las últimas décadas ha aumentado, sobretodo en la educación básica y media. En esos niveles se crean las redes de amistad que perduran de por vida. A la fecha el país no tiene ni un programa ni una estrategia tendientes a elevar la calidad de la educación pública, lo que plantea el imperativo de tomar e implementar una pronta decisión al respecto.
6.- Hay un proceso social que contribuye a dar mayor relevancia al estado de ansiedad, incertidumbre y malestar con que los ciudadanos estamos viviendo esta nueva etapa de la humanidad: la desconfianza. Existe un percepción casi generalizada de que los agentes públicos y privados -los gobiernos, los partidos políticos, los movimientos sociales, las organizaciones multilaterales, los grandes conglomerados empresariales- no dan respuesta a los problemas de las grandes mayorías, por lo que aumenta el temor al futuro. Las instituciones, en consecuencia, han perdido su pasada legitimidad por esa falta de eficacia.
Un punto a tener presente para el futuro es el de las promesas de los candidatos en periodos preelectorales. Promesas incumplidas son combustible para inflamar el sentimiento de desconfianza. En la campaña presidencial última se prometió la inauguración de 20 nuevos hospitales, el inicio de la construcción de otros 20 y que a nivel de proyectos quedarían 20 más. Actualmente las comunidades reclaman el cumplimiento imposible de esa promesa. Esos hospitales son tan necesarios como grande es el déficit en salud de la población en ciudades de provincias y en las comunas periféricas de la capital. Hoy la institucionalidad política debe enfrentar la frustración de la gente y su indignación.
En cuanto a las conductas del empresariado, sospechoso de abusos permanentes frente a los consumidores, es necesario endurecer la legislación que las sancione cuando son ilegales, sean colusiones u otras. Pero los empresarios en vez de recluirse en sus asociaciones que, en general, son redes de amistad que vienen de los cuatro o cinco colegios a los que asistieron de adolescentes, que tienen los mismos valores políticos, religiosos y sociales, debieron vincularse más con la sociedad. Ellos debieran informar a la opinión pública, anualmente, sobre cuántos empleos han creado, cuánto impuesto pagaron, cuántas divisas han generado. Y, como destaca el economista Ricardo Hausmann, director del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, debieran crear en sus empresas un ambiente que permita la formación de trabajadores capaces de crear, a su vez, sus propias empresas. Las grandes empresas deben constituirse no sólo en centros de producción sino también de investigación y formación de emprendedores. Ello haría posible aumentar el know how, diversificar la economía, acrecentar la variedad en la comunidad empresarial, donde ahora todos suelen hacer las mismas cosas.
Lo anterior está en el camino de la recuperación de la confianza en la clase empresarial por parte de la sociedad. La posición empresarial de conservación del status quo, empeorará la percepción de los ciudadanos acerca de tan importante sector de la economía y la sociedad.
Cuando el objetivo es cómo recuperar las confianzas al nivel de la vida social como condición duradera es necesario avanzar no sólo en el mejor desempeño de las instituciones sino, a la vez, progresar en la calidad de las relaciones sociales. La disminución de las desigualdades, las políticas de inclusión social, los avances en la participación social y política de la población, son indispensables. Es decir, relaciones sustantivas y equilibradas, que se establezcan entre las personas, la organización social (lo económico incluido) y el poder político. El tipo de relaciones entre esos tres niveles definen la esencia de la sistema político, si verdaderamente democrático o no. Si las personas siguen inmersas en relaciones distantes y desiguales en los órdenes social, económico y político sus posibilidades de salir de un estado penoso de malestar social se hacen cada vez más escasas.
7.- De todas las novedades que ha traído la globalización, sin duda la que tiene un mayor impacto en la vida de todos es el despliegue rápido, masivo y avasallador de las tecnologías de la comunicación y la información (TICs). El conjunto de ellas ha dado origen a la expresión Sociedad de la Información, porque generan un cambio en las conductas familiares, en la relación interpersonal, en la entretención, en la frecuencia y modalidades de la comunicación, y en la participación ciudadana. La vida política se está transformado en el mundo desarrollado por su utilización. Ha nacido el “e-government”, facilitando la gestión pública y el contacto de los servicios públicos (también los privados) con el usuario. El “e-mail” se ha convertido en una herramienta de comunicación instantánea cuasi universal. Se predice que el e-learning transformará la educación superior en el futuro próximo. De todos los nuevos “gadgets” que han traído las nuevas tecnologías, sobresale la universal acogida que ha tenido en nuestro país el teléfono móvil.
Las nuevas tecnologías son factores de cambio de la vida de las personas y de la configuración de las relaciones sociales. Sería insensato prescindir de ellas para afrontar los problemas y desafíos que nos preocupan.
Las TICs están siendo usadas a diario por los ciudadanos, en especial los jóvenes, para potenciar y mejorar sus posibilidades de participación, con poco soporte institucional. Así blogs, nanoblogs, redes sociales (Facebook, Twitter y otras), comunidades para compartir fotografías (Flickr) o vídeos (Youtube) han permitido que los participantes no sólo sean receptores de información sino también emisores. Los conectados se ha acostumbrados a comunicarse, a generar sus propios contenidos, a compartirlos y a dialogar.
Muchos de ellos quieren ser escuchados por los poderes del Estado y sus organismos administrativos. Es lo que se ha llamado la WEB 2.0. En Wikipedia se lee: “La WEB 2.0 permite a los usuarios interactuar y colaborar entre sí como creadores de contenido generado por usuarios en una comunidad virtual, a diferencia de sitios web estáticos donde los usuarios se limitan a la observación pasiva de los contenidos que se han creado para ellos”.
Pocas experiencias se pueden citar en Chile como ejemplos. Una de ellas es el sitio <http://www.tuconstitucion.cl> iniciativa de la Fundación Democracia y Desarrollo, con el específico fin de recibir y procesar ideas acerca de una nueva Carta Fundamental para Chile. Veremos en el futuro próximo cómo se despliega esta plataforma digital para la participación ciudadana de clara importancia política.
Los procesos participativos a través de la red poseen, en potencia, una dinámica de cambio social que actualizada, otorgará a los ciudadanos un mayor protagonismo tanto en los asuntos públicos como sobre los problemas de la comunidad local y sus soluciones. Esta tendencia se enfrentará a su contraria: la desafección por la política tradicional que carece de mecanismos eficaces de participación.
Temas a investigar en este campo. Véase en el blog del autor algunas propuestas: http://chilehaciadondevas.blogspot.cl
8.- Otras dos temáticas para discutir:
a).- Los valores y los antivalores (o desvalores) de la sociedad chilena. Su vigencia, los cambios habidos. Los valores que aportan a la buena convivencia nacional y los antivalores que la dificultan. Antes y después de la dictadura y el neoliberalismo extremo.
En general: Ética empresarial. Ética política. Ética ciudadana. Ética personal.
b.- La clase media. Crecimiento cuantitativo e impacto en la estructura social y en el escenario político. Políticas públicas y clase media. ¿Se ha convertido Chile en un país en que la clase media se está constituyendo en el sector social hegemónico desde el punto de vista de los valores y las demandas económicas y políticas de la sociedad? ¿Cuál es el nivel de su participación política? La estratificación socioeconómica al interior de la clase media. Valores y aspiraciones de cada estrato. Medios para alcanzar las aspiraciones. Logros y frustraciones. Anomia y malestar social.
Santiago, noviembre de 2015.

Cualquier observación será bienvenida






No hay comentarios: