martes, 23 de septiembre de 2008

Dios en el mundo de hoy. Visiones de un no creyente: Luis Guastavino


ntervención del ex-diputado y ex-intendente de la Región de Valparaíso en el Panel sobre el tema organizado por la Universidad Diego Portales, realizado en Santiago de Chile. Enseguida se transcriben algunos párrafos de esta intervención que consideramos de interés para nuestros lectores, porque es un verdadero testimonio de vida de un hombre que fuera un gran creyente y que devino, posteriormente, en no creyente, aunque con mucho respeto hacia todos los credos religiosos. Como todos sabemos en Chile Lucho Guastavino tiene una larga trayectoria de agitada y consecuente lucha social.

"Piensen que vengo de una educación presbiteriana en mi infancia, de un colegio norteamericano de fuerte impronta cristiana y, luego, recibí una cautivante formación en el Colegio Salesianos de Valparaíso, del que eran Directores nada menos que quien fuera nuestro Cardenal Raúl Silva Henríquez, el Obispo Emilio Rada, y mi entrañable amigo, el cura historiador y futbolista, Manuel Acuña. Pertenezco a una familia cristiana, con integrantes de ella muy influyentes en mi vida. Soy el menor de siete hermanos, y uno de ellos es un verdadero apóstol bautista, un impactante líder muy ejemplar en mi vida. Participé desde los seis años muy activamente en la Asociación Cristiana de Jóvenes, la “YMCA”, y sigo profundamente vinculado a grupos de ella y al espléndido espíritu cristiano que siempre me envolvió significativamente. Fui monaguillo en el colegio, ayudé a la misa, creí fervorosamente, cumplí con la comunión de todos los viernes, estuve ardientemente en la idea de Dios, y la seguí practicando durante mucho tiempo. Cuando entraron mis dudas en relación con la religión católica, me hice bautista, sin duda determinado por el influjo de mi hermano. Y fui bautista un hermoso tiempo juvenil, y bautista muy activo. Y casi siempre tuve una suerte de iglesia que me rodeó, que fue una iglesia humana de grandes seres, lo que a mi me parece algo espléndidamente importante en la vida. Me rodeaban seres activamente imbuidos en los temas de la bondad, de los ideales, de los sueños, en causas positivas, en afanes impersonales, siempre volcados hacia los demás".

..."Ha habido tiempos, y quizás son tiempos todavía de algunos, en que parecía que el ateo estuviera en pecado. ¿Quién es el que está en pecado? Alguien dijo, sin embargo, ya no recuerdo quién: “Pero igual Dios me va a perdonar, porque es su oficio; independientemente de mis creencias, me va a juzgar por mis actos, por mi conducta viva”. Y yo creo que tenemos que abrir espacio a reflexiones de esa calidad cristiana en temas de esta entidad, porque no digo que se vaya a mejorar automáticamente el mundo espiritual, el mundo de la Iglesia, el mundo de los creyentes, el mundo de la gente de reflexión intentando discutir con altura estos álgidos asuntos del Ser. Pero SI va a producirse algo que no vacilo en calificar de cristiano en el gran sentido: es el saber y querer ponerse en el otro, querer comprenderlo. Y lo digo yo que por tantos años nunca me puse en el otro, en el que pensaba distinto y contrario a mi modo de pensar; que fui tan categórico, que no podía dar una opinión como opinión o como parecer, sino como verdad total, casi como verdad bíblica. Lo digo yo que fui tan integrista y que acumulo esta experiencia personal, y que ahora afortunadamente me pregunto, pero ¿cómo llegué a pensar algún día que yo poseía la verdad total? Si ahora constato que tan sólo tengo mis perplejidades y mis dudas que ofrecer, sosteniendo que del que cree que tiene la verdad absoluta hay que desconfiar; el que la busca es al que tienes que acercarte con una real admiración y respeto por lo que está tratando de lograr comprender.
Pienso que hoy lo lúcido, tras tanta enseñanza de la vida y de la historia, es comprometerse con la construcción de una civilización, de una cultura y de una inteligencia de lo diverso".

..."Porque hay interrogantes que se debe poder plantear con total libertad. Por ejemplo, ¿qué sería de Dios sin el hombre?, ¿qué sería de Dios sin el hombre, es decir, sin el pensamiento humano? En mi opinión, se trata de grandes cuestionamientos que me formulo y respondo sosteniendo que el ser humano tuvo y sintió la necesidad de la creencia en Dios. Y esta conclusión mía me conduce a otra interrogante: ¿Dios es indispensable? ¿O es más bien inevitable? Yo creo que para muchos otros es indispensables, y yo creo que para muchos otros es inevitable. Para mí es inevitable, y no busco evitarlo, no busco evitarlo, ¡no busco evitarlo! Lo que sí quiero evitar es poder decir que siento que “yo no creo en Dios”, y no tener que ser un pecador, y no ser un pecador, ¿por qué voy a ser un pecador? ¿No estará erróneo y equivocado el que cree en Dios? Y si así fuera, ¿tiene que ser él un pecador?"

..."Entonces yo me pregunto: ¿existe verdaderamente Dios o realmente Dios comienza a existir en la iglesia, en la institucionalidad que los hombres construyen de su idea? ¿No habrá que hacer una severa diferenciación entre el Dios ideal y teórico, emanación de todo lo bueno y bondadoso que se pueda uno imaginar, y el ser humano inspirado o que dice inspirarse en Dios? Los creyentes tienen la obligación de asumir lo que significa la historia de la Inquisición como cadena de dolores, violencia y muerte para los seres humanos. Es que ahora, después de 500 años, el propio Papa ha resuelto pedir perdón a la humanidad por los crímenes en todo sentido de la Inquisición. Hoy, esa institución creada en el nombre de Dios aparece como derogada a pesar de la obstinación que en su tiempo alzó la Iglesia Católica y por tantos años para defenderla, aunque es cierto que factores inquisitoriales siguen perviviendo todavía en el alma y en el sentir y en el actuar de no poca gente de hoy, también creyentes y católicos de hoy.
Y si ustedes se fijan en las propias Escrituras, y toman el Pentateuco, desde el Génesis a mí me impacta cómo comienza la violencia en nombre de Dios y, posteriormente, la práctica de lo peor que ha ocurrido en la humanidad está hecho bajo la inspiración de Dios. Revisemos toda la historia y sus más feroces episodios, y la constatación de lo que afirmo es rotunda, irredargüible. En nombre del ateismo no se registra tan doloroso prontuario".

..."A modo de epítome quisiera terminar con otra pregunta más grande ¿Por qué hay que buscar culpables? ¿Acaso no tenemos desde el punto de vista de la fe y la religión, así como desde el punto de vista del que yo llamo “ateísmo idealista”, no tenemos un punto obligado de convergencia total en cuanto somos seres humanos, personas humanas, valiosas todas, en función de lo cual que unas crean o que otras no crean casi termina siendo un bizantinismo? Lo fundamental es la conducta que cada uno de nosotros tenga especialmente en relación con los otros seres, con las otras personas, para construir, simplemente, un mundo de seres humanos, y en este sentido creo que la religión ayuda extraordinariamente y desde el ateísmo hay poderosas contribuciones también a este respecto".


No hay comentarios: