Política pública sobre Adultos Mayores
Manuel Barrera Romero
Los cambios demográficos experimentado por el país han promovido una
especial preocupación de autoridades y opinión pública por diseñar una política
hacia los Adultos Mayores (AM). La población en general, mayor de 18 años,
plantea sentir mucho o bastante temor a no tener suficiente dinero para
afrontar la vejez. Así lo hace el 73% de los encuestados. El 82% de ellos
expresa semejante temor ante no poder pagar una cuenta médica en caso de una
enfermedad grave. (Véase encuesta Bicentenario de la Pontificia Universidad
Católica, tomada entre julio y septiembre de 2019). En lo que sigue nuestra
intención es señalar algunas ideas que parecen indispensables considerar en una
política pública sobre los AM.
Según el Censo de 2017 las personas mayores de 60 años constituían el
16,45% de la población, teniendo como base los 17.574.003 habitantes. Ese
porcentaje se divide en 9,32% de mujeres y un 7,13% de hombres.
Una evidencia de esa especial preocupación es la medida aprobada por la
Cámara de Diputados al constituir en mayo de 2019 una subcomisión legislativa
del Adulto Mayor (AM) para avanzar en diversos proyectos sobre este grupo
poblacional. La diputada Carolina Marzán, impulsora de la iniciativa declaró
“…solicitamos esta subcomisión para ver específicamente proyectos que se
relacionan con personas que están en la tercera y cuarta edad”. (El Mercurio: 19 de mayo de 2019, pág. C 2).
Esta declaración que distingue a AM de la tercera y cuarta edad es de
gran importancia para las políticas públicas sobre el tema.
Es necesario, por tanto, establecer dos grupos etarios. Mi propuesta
sería: el grupo de la tercera edad formada por los AM de 60 a 74 años. Este
grupo estaría constituido por el 6,4% de las mujeres en la población y por el
5,3% de los hombres, lo que da un total de 11,7% de la población total del
país.
El otro grupo, el de la cuarta edad, iría desde los 75 hasta más de 100
años. Constituido por el 2,92 de las mujeres y el 1,83% de los hombres de la
población total. Los que sumados alcanza al 4,75% de la población.
Al considerar la realidad vital de estos grupos aparece como obvio que
las políticas públicas deben ser diferentes. En efecto, los AM de la cuarta edad sufren con
mayor rigor las inclemencias de la vejez. Su salud se deteriora, sus
actividades disminuyen, sus amigos de toda la vida están en sus mismas
condiciones, si han logrado sobrevivir, igual que los parientes de su
generación. Muchos dependen para su subsistencia de sus hijos, si tienen la
suerte de poder contar con ellos, lo que no sucede en todos los casos. Las
pensiones que reciben muchas viudas equivalen aproximadamente al 50% de la
recibida por sus maridos, aunque en algunas circunstancias puede ser algo
mayor.
Es por ello que la reivindicación más frecuente en las personas de la
cuarta edad es la de eliminar el pago de contribuciones ya que el inmueble
tiende a valorizarse y, por tanto, las contribuciones a subir. Esta situación
dibuja un drama extremo: tener que abandonar el inmueble donde se ha vivido
gran parte de su vida adulta. En cuanto a los AM de la tercera edad se podría
aplicar las medidas que están consideradas en la propuesta de reforma
tributaria del gobierno y que apruebe el parlamento.
La solución más humana para este 4,75% de población, la más envejecida
del país, es eliminar las contribuciones de tal inmueble.
Por otro lado, en Chile no existe como sucede en países más desarrollados,
un salario para las mujeres que han trabajado toda su vida en el hogar.
Establecer este salario sería una merecida retribución a sus aportes a tantas
familias chilenas.
Respecto del AM de la tercera edad la psicóloga Mariane Krause,
presidenta del Consejo de Conicyt plantea una interesante propuesta. Señala que
los AM presentan una tasa de empleo informal que se eleva al 43,5%. De modo que
“tener una edad avanzada y estar en una condición de vejez no son lo mismo”. La
sociedad debe preservar espacios sociales y laborales para este grupo no sólo
por su significado económico sino porque, además, ello ayudaría a la salud
física y mental de estas personas. Siendo un grupo vulnerable a los problemas
psicológicos como la depresión y el suicidio una política adecuada es de
relevancia. (Véase Mariane Krause; “Un desafío para la ciencia y la política
pública”; Santiago: El Mercurio, 25/09/2019, p.A2)
El Estado chileno provee, vía Servicio de Impuestos Internos, la
posibilidad de acceder a la rebaja de las contribuciones para los AM
vulnerables. Además, los servicios de salud ofrecen la posibilidad de
realizarse un examen de medicina preventiva para el AM, el que cuenta con las
garantías del plan Auge, que permite hacer una evaluación anual y gratuita,
tanto para los pacientes que se atienden en los sectores público y privado. Dependiendo del diagnóstico éstos
pueden acceder a otros beneficios como el Programa de Alimentación Complementaria
del AM
.
.
Convención Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las
personas mayores.
La ratificación por Chile de esta Convención fue promulgada el 1 de
septiembre de 2017. Ella define el maltrato y el abandono del siguiente modo:
Maltrato. “Acción u omisión, única o repetida, contra una persona mayor
que produce daño a su integridad física y moral y que vulnera el goce o
ejercicio de sus derechos humanos y libertades fundamentales,
independientemente de que ocurra en una relación de confianza”
Abandono. “La falta de acción deliberada o no para atender de manera integral las necesidades de
una persona mayor que ponga en peligro su vida o su integridad física, psíquica
o moral”
El Estado chileno ha creado para recibir informaciones o quejas el
Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), a través de su Fono Mayor
800400035.
Además el Código Civil en el Artículo 968 del Título I del Libro Tercero
señala “Son indignos de suceder al difunto como herederos o legatarios: el que
cometió atentado grave contra la vida, el honor o los bienes de la persona de
cuya sucesión se trata, o de su cónyuge …….,con tal que dicho atentado se
pruebe por sentencia ejecutoriada”. Realizar un trámite legal es muy difícil
tanto por razones prácticas como morales para un AM dado que los herederos
forzosos son familiares muy próximos y no sólo por la contratación de un
abogado, si desea un trámite corto.
El AM debe defenderse de agresiones, abandono o maltrato de cualquier
parte de donde provengan. Aunque provengan de hijos ingratos debe hacer un
esfuerzo defensivo.
Consejos psicosociales
En la literatura sobre cómo enfrentar la vejez suelen aparecer algunos
consejos de carácter psicosociales. He aquí algunos:
Aceptación de los cambios;
fortalecer la relación con el cónyuge; reflexionar y reorganizarse; mantener
relaciones sociales activas en lo posible; tener el control de su propia vida;
no “dejar hacer”, es decir, no cerrar las ventanas antes de que caiga el sol;
procurar aprovechar la vida al máximo; mantener viva la curiosidad. Sacar
partido de lo que se tiene y no lamentar lo que se ha perdido. No viajar al
pasado, que duele. No olvidar que el ser humano nunca sabe lo fuerte que es
hasta que ser fuerte es su única opción. Cuando las personas son viejas lo que
quieren es que el proyecto humano funcione con paz, orden y eficiencia. Ya que
desde el punto de vista ontológico ellas son literalmente el tiempo que les
queda.
Mitos sobre el envejecimiento
Circulan numerosos mitos al respecto. Algunos de ellos son:
a.- Ser mayor significa estar enfermo.
b.-El secreto para una vejez sana es tener una adecuada disposición
genética.
c.- Los AM representan una carga para la sociedad.
d.-Los AM no tienen la capacidad necesaria para adquirir y poner en
práctica nuevos conceptos.
e.-Los malos hábitos de toda una vida no se pueden cambiar. Como el fumar.
d.- Los AM pueden tener deseo sexual, pero no mucho más que eso.
Es cierto que las luces pueden estar encendidas, pero el voltaje es bajo.
Sin embargo, estudios empíricos realizados han demostrado que el 70% de los
hombres mayores de 68 años son sexualmente activos.
Estos mitos no se condicen necesariamente con la realidad individual y
deben, por tanto, confrontarse con cada persona en particular.
Otras reivindicaciones por las
cuales activarse
Transporte público: Rebajas de un 50% para la
tercera edad y total para la cuarta edad. El lugar de residencia obviamente no
debería tener importancia. Lo único que debería importar es la edad.
Posibilidad de pagar impuestos trabajando como
voluntario para el Estado.
Cuentas bancarias para AM sin cargos mensuales de
ningún tipo. Que el cupo de las tarjetas bancarias dependa de la trayectoria de
la persona, en tanto cliente, y no de su edad.
Descuentos en los sistemas de salud: médico y
farmacia.
Rebajas en los servicios públicos: agua, gas,
electricidad.
Acceso gratuito o con significativos descuentos, a
todos los espectáculos culturales. Entrada gratuita a los museos.
Espacios públicos para AM en lugares que inviten a
la sociabilidad, al silencio, a la lectura, a reflexionar o al arte: pintura, música
-para adultos obviamente- o a la conversación edificante incluso en cafeterías
subvencionadas.
Medios de transportes municipales a centros
médicos, supermercados, centros de recreación para AM, parques, excursiones,
espectáculos artísticos, etc. Todos subvencionados por los municipios o
empresas comerciales que reconozcan que viven en una comunidad y de la
comunidad o por grupos de vecinos que saben que ellos serán los próximos a
entrar en la tercera edad.
Hay muchos medios de financiar estos costos más allá
de lo que puede otorgar el Estado. No es difícil hacer un presupuesto social
que defina las responsabilidades y contribuciones de diversos grupos para
generar una sociedad más solidaria y respetuosa de las necesidades humanas en
cada etapa de la vida: desde kindergarten hasta la cuarta edad.
Una política pública hacia los AM realmente
beneficiosa no requiere de invenciones extraordinarias. Basta con informarse sobre
lo que hacen países democráticos más avanzados que el nuestro en políticas
públicas hacia los AM y realizar, si fuese necesario, adaptaciones a la
realidad nacional.

Por último, convengamos que la vejez es un periodo difícil de nuestras
vidas, dada nuestra condición humana, pero convengamos también que es peor no
llegar a viejo.
Las-cifras-del-Censo-2017-Piramide
de edad. Ver en: https://www.emol.com/noticias/Economia/2017/12/22/888457/
Política pública para Adultos Mayoreshttp://bibliotecamanuel.blogspot.com/
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